La Paz, 27 ago (EFE).- Bolivia reabrirá su espacio aéreo en septiembre, entre otras medidas para flexibilizar la cuarentena que rige en el país desde hace cinco meses, anunció este jueves el Gobierno interino.
El país pasará el próximo mes a lo que denomina a «una fase postconfinamiento y vigilancia comunitaria» ante la pandemia de la COVID-19, dijo el ministro interino de la Presidencia, Yerko Núñez.
Esta fase mantiene algunas restricciones por la cuarentena pero suaviza otras, con el objetivo tanto de preservar la salud de la población como de ayudar a que la recuperación de la economía, declaró Núñez en rueda de prensa en La Paz tras una reunión del gabinete.
Esa flexibilización incluye la reapertura del espacio aéreo, cerrado desde que comenzó la cuarentena a finales de marzo, pues solo operaban vuelos humanitarios de repatriación de bolivianos y residentes en el país, mientras que los domésticos se reanudaron en parte en junio.
«Se abren las fronteras aéreas», señaló el ministro interino, pero el país será «exigente» en las medias de bioseguridad, además de que será necesario presentar una prueba negativa de COVID-19 realizada como máximo siete días antes de entrar en Bolivia y visada por un consultado boliviano.
El levantamiento de restricciones incluye también la autorización de tránsito y del comercio en municipios fronterizos, en coordinación con los países vecinos.
El horario en que se puede salir a la calle y circular con vehículos se amplía hasta las ocho de la noche hora local, en vez de solo hasta las cinco de la tarde, además de que en fines de semana se podrá salir hasta las cuatro de la tarde, mientras que hasta ahora estaba prohibido a cualquier hora.
Bolivia reporta 4.726 fallecidos y 112.094 contagios por el nuevo coronavirus entre sus cerca de 11,5 millones habitantes, lo que según distintos estudios lo sitúa entre los países más afectados por la pandemia comparado con un población, aunque las cifras de decesos y casos positivos de los últimos días son menores a jornadas anteriores.
El país alcanzó una tasa de desempleo del 11,8 por ciento en julio, una cifra elevada, pues cerró 2019 con un 4,8 por ciento, y que el Instituto Nacional de Estadística boliviano atribuye a la cuarentena.
El Banco Central de Bolivia prevé que la economía del país caiga este año un 6,2 por ciento, después de que ya en el primer trimestre del año experimentara su menor crecimiento en casi dos décadas, de solo el 0,6 por ciento.